Llenamos vacíos inmensurables
con seres perdidos y rotos,
como si una atracción imántica
nos mezclara,
enfrentándonos
lxs unxs a lxs otrxs,
sorteándonos
para no alcanzarnos,
para no sumarnos
sabiendo que somos tóxicxs.
Pero la vida nos cruza
compartiendo escenarios,
baños y falsa cordura,
opiniones, juicios,
necesidad de aceptación (es),
cómo somos tan soberbixs,
que nos creemos en la razón,
tras una percepción corrupta
tras una percepción corrupta
por drogas, expectativas y emociones,
sesgadas suposiciones,
y qué necesidad,
y qué necesidad,
triste necesidad,
jodida necesidad desde la que amamos,
que nos carga de culpa,
nos pervierte y nos humilla,
por tan solo un rato,
por un abrazo del que luego huimos
cual rapiñas.
Qué vida esta tan curiosa,
que te da una y otra vez
donde más te duele,
donde tu debilidad te atraviesa
dejándote vendida a la impotencia,
jugando al mismo juego,
el que te partirá el alma
aún siendo tú,
la misma que pone las reglas.
Cargarás la bala en la pistola
con la que apuntarás a tu propia cabeza
y aún te preguntarás
.........
¿Cuál va a ser tu puta preocupación ahora?