que no me faltéis nunca,
que seáis etern@s,
que la vida que os he robado
os sea mil veces devuelta
que vuestro amor
sea mi sanación eterna,
que seáis ángeles
que me protejan
de la tierra,
mi abono,
mi agua,
mi existencia.
Verte entre la gente hoy,
que saqué mis cajas
y tiré a la basura las sobras,
hoy que has aparecido humilde,
abarcándome con tus brazos
de hermano, mi hermano,
el que me hizo andar
siendo un bebé,
cuando apenas tenía fuerza para sostenerme,
amor puro,
bondad,
como he podido tenerte tan lejos
diez putos años
eternos,
fulminados
en un abrazo
infinito.
Sé de dos,
que desde el cielo,
nos miran felices.