Y quiero decierte papa, que esto va de ti y que no puedo evitar sentir pena y dolor, porque te falta vida papa, te falta vida y te sobra enfermedad, parecias inmune, que estabas genéticamente a salvo, eres el único de los Murcia que no llegará a viejo, joder con los cabrones que son todos y tu...
Y aún así tengo que darte las gracias, tengo que agradecerte en el alma que me hayas acompañado todo este camino, 40 años son muchos años y cabe mucha vida ahí.
Te he odiado con la misma vehemencia con la que tu me has amado a mi. Los dos éramos nuevos, tu siendo padre y yo siendo hija, hemos crecido juntos.
Y al final, sabes? Esto no lo vamos a decidir ni tu ni yo, pasará cuando tenga que pasar, haremos lo que podamos, pero pasará, pasará la vida y pasará la muerte.
Y espero siempre que nos volvamos a encontrar, en otra dimensión o galaxia, en los amaneceres rojos quizás, pero hay una cosa padre que tengo muy clara y es que pese a todo y sobretodo, te volvería a elegir como mi padre, sin ningina duda Martín.
Te amo, soy tú, muy tú, tan tu que vivirás eternamente en mí, en lo bueno y lo malo, en mi, todo lo que de mi salga, será a través de ti.
Vete tranquilo papa, vete feliz, estaras siempre vivo, siempre vivo, siempre en mi.