O lo que viene a ser sin voz.... Pareces un muñeco de cartón, de esos que anuncian coches y señalan con el dedo en ferias de muestras. Y vas y sonríes. Joder que hostia tienes. Estas diferente, como la bruja mala de Blancanieves que se convierte en vieja y verrugosa. Pero el hecho es que en esos escasos cuatro minutos, raros y eternos, el aire no traspasaba entre palabra y palabra a través mi garganta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario